Por encima del Círculo Polar Ártico, Snorre Stinessen ha creado un refugio refinado en medio de la agreste belleza de la costa norte de Noruega. Aurora Lodge es una combinación de chalé y casa compartida por cinco propietarios. «Es un lugar al que escaparse, un lugar para conectar con la naturaleza y desconectar de la ajetreada vida diaria».

Snorre la concibió en gran medida como un homenaje a su entorno, y no se propuso explícitamente crear algo impresionante, pero sí... «Queríamos crear un espacio que se integrara en el entorno cuyo diseño destacara la coexistencia de la naturaleza y la estructura». Como admite el propio Snorre, el diseño resultó ambiguo. Técnicamente complejo, alejado de todas partes y con un plazo de construcción breve, Snorre era también muy consciente de que estaban ahí para disfrutar del paisaje local, no para aplastarlo bajo la maquinaria de construcción. Los materiales ligeros y estilizados de la estructura sorprenden por su capacidad para soportar vientos más que huracanados y cargas ingentes de nieve.

«¿Mi parte favorita de la casa? La cocina. Es un espacio separado donde más vida social se hace».

Snorre Stinessen

Apartada, la cocina es el principal espacio de reunión y funciona como un observatorio social. Fue difícil incorporar los aspectos funcionales y estéticos de la cocina a una estancia que literalmente se pliega al deseo del entorno. El resultado es una cocina que resuelve magníficamente todas las necesidades funcionales con un EB333 como elemento principal al final de la isla que incorpora una placa de cocción de gas, una placa de inducción y un extractor Vario Serie 400. El frigorífico-congelador y la vinoteca conforman el pilar central al otro extremo de la isla central.

Los aparatos Gaggenau aportan un nivel superior de sofisticación a este extremo del Ártico y permiten un estilo de vida elevado por encima del paralelo 65. En palabras de Snorre: «Gaggenau ofrece simplemente la mejor calidad que conozco. Se integra a la perfección en la cocina Bulthaup y, por supuesto, también me encanta la estética».

Esta casa viene definida por su ubicación, y ofrece un refugio lujoso en un entorno inhóspito que permite al gourmet no solo salir del paso, sino florecer. Le pedimos a Snorre que describiera este tesoro de casa en tres palabras, pero le costó. Empezó rotundo con «respetuosa» y «atrevida», pero no pudo resumir con una sola palabra cómo el entorno y la casa cambian tu comportamiento según te vas adaptando al ritmo de la importante luz del día. Consideró brevemente utilizar «desafiante», pero, quizás no satisfecho con las connotaciones negativas de este adjetivo, lo rechazó diciendo: «Atrevida, respetuosa..., quizás basta con estas dos palabras para definirla».

«Uno de los propietarios es muy sensible al ruido, por lo que era muy importante encontrar un lavavajillas lo más silencioso posible. Ese sería su aparato número uno».

Snorre Stinessen