Todo empezó con una chispa
Nuestra historia vio la luz al borde de la Selva Negra, una zona de granjeros pobres que apenas conseguían ganarse la vida, generación tras generación. Para solucionarlo, el aristócrata que gobernaba la región, el margrave Ludwig Wilhelm von Baden, decidió diversificar la actividad económica. En 1683, creó una fundición en Rotenfels y un molino de martillo y una forja de clavos en Gaggenau.
Inspiración y compromiso
En ese momento, la metalurgia de Gaggenau había progresado y fabricaba maquinaria agrícola. Tras varias décadas, el lugar y su gente empezaron a hacerse conocidos. Sus trabajos de herrería aumentaron en cantidad e importancia: la fabricación de clavos había llegado a su fin. Se producían en masa nuevos productos para una nueva clase industrial y con ello se pusieron los cimientos de la legendaria ingeniería alemana.
La piedra angular de nuestra experiencia
Como especialista en esmaltes, Gaggenau producía resistentes carteles publicitarios para marcas como Odol, Maggi y Stollwerck. Esto dio lugar a la fórmula del resistente esmalte para hornos de la empresa que, a su vez, constituyó la base del éxito de sus cocinas de carbón y gas. En la actualidad, la herencia de ese esmalte se puede ver en el interior de nuestros icónicos hornos azules.
Al ritmo de los tiempos
La gama de productos se adaptó al nuevo siglo. Gaggenau asumió un papel pionero con una gama de productos innovadores, entre los que se incluían cocinas de carbón y gas, así como bicicletas. En 1908, Gaggenau ya había vendido un total de 250 000 bicicletas «Badenia». Ese éxito demostró al conjunto de trabajadores y directivos la importancia de la ergonomía, la calidad en la fabricación y el diseño diferenciado.
Aparición de la cocina que ahorra trabajo
Cuando el Dr. Otto von Blanquet tomó el mando, la empresa pasó a centrarse únicamente en las cocinas de carbón y gas. A finales de la década de 1940, Gaggenau empezó a producir hornos de gas y carbón innovadores y económicos. Por primera vez, también se fabricaron hornos eléctricos y, con el tiempo, 180 trabajadores llegaron a participar en la producción de los conocidos modelos «Favorit» y «Futura».
La aparición de los aparatos integrados
Georg von Blanquet siguió los pasos de su padre y allanó el camino hacia la revolución de las cocinas a medida. De la mano de Gaggenau, en 1956, llegaron al mercado el primer horno integrado a la altura de los ojos, las placas de cocción independientes y los aparatos de extracción.
El ansia de cambio de Georg tan solo era equiparable a su exigencia de calidad. Las nuevas funciones debían ser útiles para los chefs y lo bastante resistentes para integrarse en la cocina de trabajo y ser estéticas.
La influencia de la Bauhaus
El logotipo de Gaggenau, que se sigue utilizando en la actualidad, se diseñó a finales de la década de 1960. Como ocurre con nuestros aparatos, el logotipo presenta la influencia de la escuela artística de la Bauhaus, un centro de modernismo clásico. La objetividad simple y pura de la Bauhaus se consideró una revolución en el diseño y la frase «La forma sigue a la función» sigue siendo una de las creencias básicas de Gaggenau.
El precursor de Vario
Gaggenau presentó las primeras placas de cocción Vario de 28 cm de ancho con mandos de control instalados en la parte superior, las precursoras de las ahora clásicas placas de cocción Vario. Esta serie presenta una gran variedad de aparatos especializados que se combinan para aportar una experiencia personalizada en la cocina.
Nace el icono artesanal de 90 cm
Era inevitable que el primer horno de 90 cm de ancho al llegar al mercado europeo resultara impresionante, con un generoso volumen neto de 87 litros y espacio para cuatro asados al mismo tiempo. El EB 300 no tardó en convertirse en un objeto de culto.
Inspiración procedente de Norteamérica
Inspirado en los espaciosos frigoríficos-congeladores norteamericanos, se lanzó al mercado el side-by-side IK 300 con acceso independiente a los compartimentos del frigorífico y del congelador. Además de cinco zonas de climatización y de la función de control manual de la humedad, este aparato disponía de un dispensador de hielo transparente.
Llevamos el vapor a los hogares
Gaggenau, pionera de la alimentación saludable: el horno de vapor ED 220 fue el primero de su clase en producirse comercialmente para los hogares particulares. Desde entonces, los hornos de vapor se han convertido en el estándar del chef privado que exige lo mejor.
Presentación de Gaggenau Magazine
Nuestra galardonada revista destaca a fascinantes artesanos y culturas de todo el mundo. Diseñada para suscitar interés, inspirar e iluminar, ha sido renovada recientemente. Aquí puede consultar nuestro ejemplar más reciente.
Una celebración de la cultura del vino
Los Gaggenau Sommelier Awards se entregan cada dos años, precedidos por competiciones regionales. La final, en la que se descubre a las nuevas estrellas del sector, se ha convertido en un gran acontecimiento que, hasta el momento, se ha celebrado en Alsacia y Viena.
Introducción de la limpieza al vapor
Gaggenau presentó la última innovación: un sistema automático de limpieza para el horno combinado de vapor que se puede utilizar fácilmente solo con pulsar un botón.
Renace un icono
Desde hace más de treinta años, el EB300 es un icono de Gaggenau y el motivo de inspiración de chefs privados y profesionales en casa. Este horno es un testimonio de 90 cm de la diferencia que marca Gaggenau, de su legado y de su espíritu vanguardista tradicional. Salvajemente singular, peculiar y emblemático, es el corazón de la cocina. En un mundo de aparatos fabricados de forma industrial, este horno está hecho principalmente a mano.
Un instante en Nueva York
Reinventamos el lujo gastronómico con un exclusivo evento epicúreo y sensorial en Nueva York que evocaba nuestros comienzos en la Selva Negra. Durante cuatro noches, un grupo de privilegiados disfrutaron de un momento culinario inspirador e imaginativo.
Nuestro restaurante 1683 y bistró 1683 seguirán apareciendo y evolucionando con el tiempo.
Un paso por delante
Nadie sabe qué nos depararán los próximos 20, 50 o 335 años. ¿Cómo será la cocina? ¿Cómo será el lujo?
Quizás consista en poseer hermosas obras, aunque sea placentero, tendrá menos valor que compartir una mentalidad –la mentalidad Gaggenau: si la cocina es el corazón del hogar, Gaggenau es su alma.